Para comprender mejor la Neuromodulación es de suma importancia que tengamos claro como funciona nuestro Sistema Nervioso.
Fundamentos del Sistema Nervioso
Nuestro sistema nervioso está formado por neuronas. Estas neuronas tienen la función de transmitir mensajes que se producen en forma de impulsos eléctricos. Estos impulsos eléctricos, según en qué tipo de neurona se transmiten, pueden llevar consigo un mensaje sensitivo (tacto, presión, dolor), un mensaje motor (producirá una contracción muscular) o un mensaje vegetativo (Respuesta simpática o parasimpática).
En algunas ocasiones, se producen situaciones alteradas en las que esta actividad eléctrica neural se ve modificada tanto en exceso como en defecto.
Se sabe que la conductividad nerviosa tiene una base molecular. Es decir, la transmisión del mensaje de una neurona a otra se lleva a cabo gracias a la presencia de calcio, y a la expulsión de unas vesículas que llevan en su interior lo que conocemos como neurotransmisores.
Determinadas condiciones moleculares facilitan o no la transmisión del impulso eléctrico y determinados impulsos eléctricos, pueden modificar el entorno metabólico de esa sinapsis.
¿Qué sucede con el Sistema Nervioso en caso de dolor o lesión?
Los pacientes que presentan cuadros de dolor de algún tiempo de evolución (normalmente dolor neuropático); en los cuales aparecen ya signos de sensibilización, normalmente es por qué ya hay una mayor actividad de ciertas fibras axonales dentro del nervio.
Por otro lado, en casos en los que no existe un buen reclutamiento muscular, es porque ciertos circuitos neuronales no están trabajando lo suficiente.
Actualmente existen protocolos basados en la evidencia científica, que nos permiten aumentar la actividad neuronal o deprimirla en función de las necesidades del paciente.
¿Cómo se hace esta modulación de la actividad neuronal?
Pues bien, tenemos 2 maneras de inducir estos efectos en el organismo.
Neuromodulación percutánea:
A través de unas agujas muy finas que colocamos (con control ecográfico) cerca de las ramas nerviosas implicadas en el dolor del paciente; esto es un aspecto fundamental, podemos transmitir un impulso eléctrico con las características que nos permitan generar los efectos tanto potenciadores como depresores de esa actividad nerviosa.
Neuromodulación por inducción (no invasivo):
A través de ésta tecnología, podemos generar un campo magnético en el entorno de una población neuronal. Este campo magnético genera unas despolarizaciones fisiológicas en las membranas de las neuronas lo que nos permite también de manera más general inducir la modulación deseada.
De la misma manera que ocurre en todas las técnicas, es necesario el profundo estudio del cuadro clínico del paciente para saber con más exactitud la indicación o no de la aplicación de estos tipos de técnicas.