El orgasmo es la respuesta sexual del hombre y la mujer al proceso de excitación y placer que se manifiesta como esa sensación placentera y de bienestar que percibimos en nuestro cerebro. Pero antes de enumerar los múltiples beneficios, explicaremos la respuesta sexual y qué cambios se producen en el cuerpo.
Primero, y ante todo, debe existir deseo, es decir una tensión psíquica y también somática, en la que se generan las ganas del encuentro sexual. Cuando se interpreta como tensión sexual se inicia la búsqueda de la experiencia sexual o nos sentimos receptivos al sexo. En este proceso, Master y Jonhson, describieron 4 fases con unas características concretas en cada una:
- Excitación: aumenta el deseo. Se provocan cambios mentales y físicos en el cuerpo que preparan y facilitan a la persona para que se produzca la relación sexual. La excitación comienza con la estimulación tanto física como psicológica o una combinación de ambas, ya sea a través del olfato, la vista, el tacto, el pensamiento o las emociones. En términos fisiológicos, se relaciona con el fenómeno vasocongestivo: flujo de sangre en ciertas regiones del cuerpo, particularmente en los órganos pélvicos.
- Meseta: tanto en hombre como en la mujer, se mantiene la excitación durante un tiempo. En el hombre se segrega el líquido pre-seminal (puede contener espermatozoides) por las glándulas de Cooper. Aumenta la frecuencia cardiaca y la respiratoria, así como la tensión arterial, y se genera una tensión muscular que prepara el cuerpo para la fase de orgasmo y resolución.
- Orgasmo: es la respuesta sexual del hombre y la mujer al proceso de excitación y placer que se manifiesta con una serie de cambios físicos. Según Masters y Johnson es la tercera fase del ciclo de respuesta sexual humana. Comienza tras la fase de meseta. Tras la fase de orgasmo se produce la fase de resolución. Durante la fase de orgasmo se producen una serie de fenómenos biológicos y cambios físicos. Durante el orgasmo se libera de forma placentera toda la tensión acumulada durante la fase de meseta. También se conoce esta etapa como «clímax» o fase culminante. Se producen contracciones involuntarias de la musculatura del suelo pélvico (tanto superficial como profunda), del útero, del esfínter uretral y anal, así como del recto abdominal, musculatura cervical, glúteos…
Hay que diferenciar entre orgasmo y orgasto:
Orgasmo es una sensación placentera que sentimos y percibimos en la cabeza y orgasto es el fenómeno físico. Por lo tanto, no puede haber orgasmo sin orgasto, pero sí orgasto sin orgasmo.
- Resolución: es la última fase de la respuesta sexual y la vuelta al estado de reposo. Se recupera la normalidad fisiológica y psicológica. Los hombres necesitan de un periodo de reposo para iniciar otra vez la respuesta sexual. En la mujer se pueden dar varios orgasmos sin periodo de descanso.
BENEFICIOS EL ORGASMO
Los beneficios que encontramos de la respuesta sexual y del orgasmo en particular múltiples:
- Segregación de oxitocina (hormona de la felicidad), dopamina y endorfinas generando:
- Sensación de placer y bienestar
- Relajación y disminución de tensiones, por lo que ayudará a disminuir y combatir el estrés.
- Refuerza el sistema inmune
- Mejora el tono del suelo pélvico (es el mejor ejercicio):
- Se producen contracciones rítmicas e involuntarias de 8-15/segundo de: elevador del ano, plano superficial del suelo pélvico, esfínter uretral y anal.
- Se recomienda en el tratamiento de la atrofia vaginal y tras una histerectomía
- Disminuye el umbral del dolor